Benedicto XVI ha sido sorprendido jugando a videojuegos, y no a uno cualquiera: su Santidad disfruta en su tiempo libre de Modern Warfare 2, según unas fotos publicadas hoy mismo en el rotativo italiano Corriere della Sera.
El Vicario de Cristo está convaleciente tras haber sido empujado en la celebración de la misa del Gallo por una joven de 25 años, una cheater que, según apunta la investigación policial, fue derrotada en una partida online por el clan del Vaticano. El cardenal Roger Etchegaray, que lamentablemente sufrió la fractura de un fémur y se encuentra hospitalizado, es el especializado en el rol de francotirador dentro del clan.
El Vaticano ha publicado una breve nota de prensa en la que alega que el Santo Padre se divierte con un amplio surtido de videojuegos, y ha aprovechado para criticar a los juegos bíblicos de bajo presupuesto "que no tienen gráficos buenos." Asimismo, se señala que entre los géneros favoritos de quien calza las sandalias del pescador están los juegos de 'yo contra el barrio', toda la saga Wolfenstein, y que "espera con ansias el lanzamiento de un nuevo Sonic que sea bueno."
Curiosamente, el gobierno alemán, presidido por Angela Merkel, se ha mostrado muy en contra de lo sucedido. Puesto que Benedicto XVI es alemán, representantes del gobierno germano han señalado que "el Sumo Pontífice no tiene, probablemente, la edad recomendada para estos juegos violentos", y han recordado que ellos tienen un eficiente sistema de censura. "La culpa es de Berlusconi", es la afirmación filtrada por el diario alemán Bild; hay constancia de que el primer ministro italiano ha respondido a esta provocación, pero todavía nadie ha podido descifrar sus declaraciones.
Índice 
